"Hemos utilizado las ideas y el método de trabajo de la improvisación para dar un paso más"
19/12/2023
Euskara. Kultura. Mundura.
La bailarina y coreógrafa vasca Amaia Elizaran no sólo ha creado siete piezas originales de danza contemporánea, sino que ha participado en diferentes proyectos culturales en los últimos diez años. Este otoño ha participado por primera vez en solitario como coreógrafa en la residencia de creación de danza en Montreal (Quebec, Canadá), promovida por Etxepare Euskal Institutua y el Conseil des Arts et Lettres de Quebec en Montreal.
En esta residencia de cinco semanas ha desarrollado la obra ‘In a Loop’ en la École de Danse Contemporaine de Montreal. La iniciativa cuenta con la colaboración entre Etxepare Euskal Institutua y el Conseil des Arts et Lettres de Quebec, así como de Dantzaz konpainia, Gipuzkoako Dantzagunea y Tabakalera. Esta estancia de creación se enmarca dentro del programa Québec- Pays Basque. La coreógrafa y bailarina lleva trabajando desde 2015 en sus propios proyectos bajo el nombre Amaia Elizaran.
‘In a Loop’ es la octava creación de Elizaran. Con este nuevo espectáculo, la coreógrafa ha querido representar la búsqueda de la individualidad dentro de un bucle temporal en constante transformación. Amaia Elizaran ha basado su investigación coreográfica en la repetición de las mismas ideas y en la improvisación. La obra se estrenó el seis de diciembre en Montreal.
¿Cuál ha sido el objetivo de esta residencia de creación?
Para mí el objetivo de este proyecto era crear una pieza de danza contemporánea con catorce alumnas/os que no conocía. Esto para mí ha sido un reto porque ha sido la primera vez que he trabajado como coreógrafa sin ser al mismo tiempo intérprete de la obra. Ha sido un reto del que he disfrutado mucho y que ha sido más fácil de lo esperado porque las y los alumnos han puesto toda su energía en el proyecto.
¿Cómo ha sido el planteamiento de trabajo y creación?
Mi día a día en Montreal ha sido bastante cambiante. El programa de residencia tenía pocas horas dedicadas a la creación. Con los/las alumnos/as hacía sesiones de dos o tres horas. Eso al principio me asustaba, porque al visualizar la residencia y los objetivos que quería cumplir me preguntaba "¿Seré capaz de hacer esto con tan poco tiempo?". Llegué al alumnado muy enfocada. Además de eso, también tenía horas de estudio que utilizaba para buscar nuevos lenguajes coreográficos, ensayar y probar nuevas ideas. Tenía que intentar trabajar de la manera más eficaz posible, y esto ha sido un gran reto.
¿Y el proceso de investigación y creación?
Se han despertado en mí muchos nuevos intereses durante la residencia, sobre todo provenientes de ese trabajo de estudio en solitario. Si cuesta tomar decisiones, el proceso se alarga. Eso tiene cosas muy buenas, pero en este tipo de situaciones es muy difícil. Tomaba decisiones y las aplicaba, adelante. No podía dar un paso atrás y éste también ha sido un gran reto. Por las mañanas llegaba al estudio y después estaba con los alumnos para la sesión de creación. Además de eso, durante las horas que me quedaban he tenido tiempo para enfocarme en mi misma y en mi trabajo, y eso es muy difícil en mi vida cotidiana. Cuando tengo algún proyecto de creación entre manos, igual estoy en la residencia por las mañanas, y luego tengo que dar clases por las tardes o trabajar en otros proyectos, o tengo alguna actuación... Es muy difícil tomarse un margen de cinco semanas para dedicarse sólo a la creación de un proyecto. Es una oportunidad tremenda poder trabajar así y un regalo poder haber estado enfocada solo en este proyecto. Gracias a este enfoque, en mi caso me he sentido muy inspirada. Además, también he dedicado mi tiempo a conocer la ciudad, entre otras cosas. He dado muchos paseos por Montreal y en ese caminar también me he sentido enfocada en el trabajo de creación. Aunque tenía poco tiempo para trabajar en el estudio, al día siguiente tenía claro todo lo trabajado el día anterior.
Has desarrollado la pieza ‘In a Loop’. ¿De dónde viene este proyecto?
En 2019 estrenamos la pieza ‘Mar’ y vino la pandemia, por lo que ‘Mar’ tuvo un recorrido muy corto. Es la pieza que menos recorrido ha tenido de todas las que he hecho. Siempre he tenido esta pena. Cuando creamos ‘Mar’, en mi cabeza rondaba una pregunta: con este método de creación – método creativo de improvisación- teniendo un gran elenco de intérpretes, ¿cuántas cosas podríamos hacer? ¿Adónde llegaríamos con tanta gente?”. Esta oportunidad ha sido perfecta para desarrollar ese proceso artístico iniciado hace unos años.
Con las/los alumnas/os he tenido cerca de 50 horas de trabajo creativo, y eso es muy poco tiempo para trabajar una creación desde cero. Quería llevar a Montreal un proyecto del cual tuviera iniciada la investigación creativa para aprovechar al máximo las posibilidades de conseguir mis objetivos en el tiempo que tenía. La residencia me ha permitido trabajar sobre las preguntas que nacieron del proyecto ‘Mar’ y los objetivos creativos que surgieron también del mismo. Hemos utilizado las ideas y el método de trabajo de la improvisación para dar un paso más y hemos tenido la oportunidad de ver hasta dónde podemos llegar con un grupo mucho más amplio. En ‘Mar’ éramos dos intérpretes, en la ‘In a Loop’ ha habido 14 intérpretes, las posibilidades se multiplican.
Al final, ‘In a Loop’ no tiene nada que ver con ‘Mar’, tiene otro recorrido, pero ha sido muy interesante ver por el mismo método de creación cómo ha salido otra pieza que es totalmente diferente.
¿Qué conclusiones destacarías de tu residencia creativa?
Por un lado, una de las conclusiones que saco es que he tenido la oportunidad de dedicarle tiempo a la creación y estar enfocada en el trabajo. Me he dado cuenta de la importancia que tiene poder estar lo más centrada posible en el proceso artístico en este tipo de residencias y soy consciente de las aportaciones que este modo de trabajar le ha traído a mí trabajo. Es muy difícil poder trabajar de esta forma en mi vida cotidiana.
Por otro lado, me he dado cuenta de que soy capaz de trabajar como coreógrafa. Es la primera vez que he sentido que soy coreógrafa. Además de trabajar como coreógrafa en proyectos anteriores, también he sido intérprete. He trabajado en proyectos en los que nunca veo la realidad, puedo sentir si la pieza ha ido bien o mal, qué puede ser interesante y qué no en el proceso de creación... Pero siempre, desde el punto de vista de una intérprete. Para poder sacar la mirada fuera, en mis creaciones tengo que recurrir al vídeo para analizar lo trabajado. Esta vez, estando "fuera" el proceso ha sido mucho más rápido, y no en el sentido de ver más rápido la pieza terminada, sino porque la toma de decisiones ha sido mucho más fácil y enseguida he tenido la oportunidad de darme cuenta de lo que funcionaba y de lo que no. Cuando no ha funcionado, la solución se encuentra mucho más rápido y cuando funciona, he podido ver enseguida que íbamos por buen camino.
Entonces, sabía lo que tenía que buscar al día siguiente y he sido capaz de identificar cuál es la dirección de todo el trabajo. He disfrutado mucho el proceso porque los alumnos me han dado mucho, han estado 100% en la creación, en los criterios proponía... Lo que ellas y ellos me han dado de vuelta sobre las ideas que he propuesto en el proceso es muy conmovedor.
¿Qué ha supuesto tener la oportunidad de desarrollar tu creación en el exterior?
Diría que se me han abierto otras posibilidades de cara al futuro. Me ha surgido el interés por crear sin ser al mismo tiempo intérprete. Disfruto mucho siendo intérprete, pero tal vez puede haber dos caminos diferentes.
Ha sido una experiencia increíble. No sólo en la escuela, en Montreal hay un consumo cultural enorme. La idea principal que tengo de la ciudad es ésa. Los primeros días visité la Place des arts. Tiene forma de entrada a una estación de metro y en su interior hay varios teatros y salas. Es genial ver cuánta gente hay que va al teatro, adultos y jóvenes. La programación se extiende a lo largo de toda la semana y cada obra puede que la ofrezcan cuatro o cinco veces a la semana. En todas las obras que he visto se han agotado las entradas o estaban casi agotadas. Se me pone la piel de gallina al recordarlo. Cuando hacemos una actuación aquí hay que hacer un gran esfuerzo en cuanto a la promoción... En Quebec he visto que allí hay una costumbre potente de consumir cultura.