Maitane Ostolaza: "La intención es decodificar y poner en perspectiva nuestra relación con la naturaleza en el País Vasco"
26/07/2023
Euskara. Kultura. Mundura.
Maitane Ostolaza es investigadora y profesora en la Universidad de Perpignan. Durante los últimos años, investiga la cultura y la naturaleza vasca desde el punto de vista de las humanidades ambientales. Ha impartido una charla sobre el tema en el curso Bikaintasuna Euskal Ikasketetan XIII ofrecido por Etxepare Euskal Institutua en colaboración con la UPV/EHU.
Sus investigaciones giran en torno a las relaciones entre la religión, la educación y la modernización, la cultura popular en el siglo XIX, los procesos de nacionalización en Europa y, en los últimos años, el patrimonio y el paisaje, tratados desde el punto de vista de la historia cultural. Ha publicado numerosos artículos y libros, tanto en Francia como en España, relacionados con el paisaje y el patrimonio.
Con el fin de difundir los conocimientos adquiridos en la investigación que Ostolaza ha realizado en los últimos años y enseñar a transmitir la cultura vasca en el extranjero a través de diferentes disciplinas, ofreció la conferencia "Naturaleza y cultura en el País Vasco: el punto de vista de las humanidades ambientales" en el curso Bikaintasuna Euskal Ikasketetan XIII. A través de esta charla su objetivo ha sido dar a conocer las imágenes, representaciones y el valor simbólico que se han atribuido a lo largo de la historia del País Vasco, así como estimular la sensibilidad por la naturaleza y el medio ambiente en el ámbito educativo.
¿Por qué es importante investigar la naturaleza y la cultura vasca desde el punto de vista de las humanidades ambientales?
Todos somos conscientes de la actual crisis climática. No sólo la conocemos, sino que lo padecemos. Ante esta crisis, la actitud de toda sociedad y de todo ser humano en los últimos siglos hacia la naturaleza debe cambiar de alguna manera, y para que se den cambios hay que trabajar desde todas las disciplinas para ayudar a extender entre la población la sensibilidad hacia la naturaleza.
Mi especialidad es precisamente investigar desde el punto de vista de las humanidades, y desde este punto de vista, me parece que a nivel de representación, esas ideas que nosotros tenemos sobre el mundo y de la naturaleza deben ir cambiando. Para ello es imprescindible conocer cómo y cuándo surgieron. Por eso me parece que no es casualidad que los estudios sobre medio ambiente estén vigentes en muchas universidades, ya que responden a una necesidad.
En el siglo XIX la industrialización fue acompañada de una paradoja. La sociedad fue dominando la naturaleza a medida que se sumergía en la era de la modernidad. Es más, muchas veces la naturaleza se convirtió en un mero recurso, pero también se hizo hincapié en la importancia de la naturaleza en diferentes grupos sociales o élites. La atención a la naturaleza, la sensibilidad y el fortalecimiento paisajístico se han visto favorecidos por la contemporaneidad, por los efectos de la industrialización; pero a su vez, las actitudes (económicas y políticas) generadas por esta industrialización han dado lugar a la dependencia de la naturaleza.
Yo creo que para hacer frente a la dependencia de la naturaleza y poder desarrollar una relación respetuosa y horizontal con ella, el modelo de modernización debe ser superado. Para ello, cada uno debe trabajar desde su disciplina para cambiar estas representaciones culturales y poner en marcha nuevas prácticas con la naturaleza.
¿De dónde proviene la curiosidad por investigar este tema?
Este tema comenzó a investigarse y desarrollarse a partir de los 70 en Estados Unidos y en varios países europeos. En un principio no estaban muy lejos de las ciencias naturales o de los estudios ecológicos, pero más tarde se unieron también las ciencias sociales para investigar este tema.
En particular, diría que el interés se ha intensificado en los últimos 20-25 años en las ciencias sociales y en las disciplinas que conocemos como humanidades. En mi caso particular siempre he trabajado diferentes temas (religión, educación, creación y fortalecimiento de la identidad, entre otros) siempre partiendo desde el País Vasco. Siempre me han interesado estos temas, pero en especial gracias a la experiencia que tuve con una entidad cultural en la que fui directora durante un corto periodo de tiempo fui consciente de la importancia que tenía el patrimonio natural. Eso me despertó la curiosidad y mientras trabajaba en la universidad Sorbonne de París hice una cátedra vinculada al patrimonio y al paisaje vasco.
¿Cómo se puede promover la sensibilidad por la naturaleza y el medio ambiente en la educación?
Yo creo que la sensibilización y concienciación ya existe. Quizá no de forma monográfica, pero sí a través del cine vasco, la literatura vasca o el bertsolarismo, por ejemplo. Es decir, se difunde utilizando los recursos de enseñanza habituales.
Mi intención particular a través de la enseñanza es decodificar y poner en perspectiva nuestra relación con la naturaleza en el País Vasco. Explicar con claridad los vaivenes que históricamente ha tenido la cultura y la naturaleza vascas, ya sea mediante la literatura, mediante una novela, un verso o un discurso político, puesto que las fuentes corrientes que se utilizan para tratar temas vascos tienen detrás una larga historia para ponerse en perspectiva y ser conscientes. Esto nos permite no caer en el esencialismo e insertar la historia y evolución vasca en la historia de la humanidad.
¿Cuál ha sido tu experiencia enseñando la cultura vasca desde el punto de vista de las humanidades ambientales en el extranjero?
Dentro de los estudios vascos, trabajé en la Sorbonne (París) gracias a la colaboración de Etxepare Euskal Institutua. Pusimos en marcha el programa de estudios vascos, y en ese marco, a mí me tocó enseñar cultura e historia vascas. Con los contenidos y productos de difusión de la cultura vasca antes mencionados, formaba con mis planteamientos cuadernos para distribuirlos año tras año a los alumnos, y a partir de esos cuadernos reflexionábamos y poníamos en perspectiva el euskera y la cultura vasca. De esta manera, conseguía integrar la cultura vasca en la historia general de todo el mundo. Por otro lado, intentaba incitar a los estudiantes a investigar estos temas de cara al doctorado o la tesis.
¿Qué conclusiones sacas de esta edición del curso Bikaintasuna Euskal Ikasketetan XIII?
En primer lugar, me ha parecido que hay una participación activa y eso es muy positivo. Además, me parece interesante y enriquecedor que las lectoras y lectores tengan contacto directo con profesores/as procedentes de otras disciplinas y otros países para impartir clases de euskera y cultura vasca.